Esta es una historia que siempre hay que compartirla. No se quien la escribió pero nos deja un gran mensaje.
Giovanny Preza.
LA HISTORIA DE PEPE
Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor
y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le
iba, el respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de
restaurante en restaurante.
La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.
Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí
para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a
Pepe y le pregunte:
No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo
¿Cómo lo haces?...
Pepe respondió:
"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe, tienes dos opciones
hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal
humor."
"Escojo estar de buen humor".
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o
aprender de ello. Escojo aprender de ello".
"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o
puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo
de la vida".
Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.
"Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones.
Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
"Tu eliges cómo reaccionas ante cada situación, tu eliges cómo la gente
afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Pepe me dijo...
Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio.
Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer
una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en
un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue
asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el
nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue
encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después
de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta,
aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Pepe seis meses
después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió:
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "lo
primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de
atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía
elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No sentiste miedo?" Le pregunté. Pepe continuó:
"Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien.
Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los
médicos y enfermeras, realmente me asusté.
Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía
tomar una decisión.
"¿Qué hiciste?" Pregunté.
"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando
profundo grité: - "Si, a las balas" - Mientras reían, les dije:
"estoy escogiendo vivir, opérenme como si
estuviera vivo, no muerto".
Lic. Giovanny Preza.
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